WALDEN. Librería-café.



Llevaba semanas pensando en regalarme una hora de descanso entre las estanterías repletas de libros de Walden, no tanto para comprar libros y sí para intentar escribir lo que el lugar me comunica.

"Walden librería" ha nacido como un fruto que madura despacio, en el árbol, acariciado durante años por muchas hojas leídas cuando el tiempo abría espacios para el goce personal. Es una idea madurada desde el amor por las letras, desasidas del tiempo y las prisas, construida para ser vida, para ser la vida.

Sus paredes y su techo, negros, evocan la gruta del conocimiento y amplifican el necesario silencio para el disfrute de las letras; las lámparas y tulipas que cuelgan del techo a diferentes alturas, componiendo una cascada de luz dispersa que inunda el local como una caricia, son como un sol dividido para iluminar el lomo de cada libro y nuestras cabezas absortas.

En el centro, el espacio dedicado al café, con sus mesas de madera encerada, irregulares, que invitan a disfrutarlas en soledad o en poca y elegida compañía, está cercado por pulidas vallas de madera que, en el lado contrario acogen parte de sus tesoros de papel.

Me siento en una mesa y siento la comodidad del espacio; los clientes entran, preguntan, bucean en las estanterías y compran o se van con la intención de volver. En general, no son compradores del último éxito de ventas, son gente que tiene un idilio de por vida con la literatura, que necesitan un espacio como éste para incorporarlo a su vida, para que les sostenga en su soledad o en su afán de conocimiento.

Oigo cómo fluye el consejo prudente, deslizándose por el camino del respeto, que el lector siempre agradece.

Parece que se hayan prohibido algunas cosas: las voces altisonantes, la mala literatura, la mala educación, la sordidez y las prisas.

Lo siento como un espacio para compartir, como esos sitios por los que no se pasa, esos sitios a los que se va, como un espacio mas de mi cuerpo, de mi interior, y eso no se siente en muchos sitios.

Por eso, D., gracias por tu nueva etapa de librero.

Pamplona, 18 de octubre de 2018 


Isidoro Parra.

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