INVIERNO XXVII. Los colores del tránsito.

“La belleza lo es más si es frágil, en peligro”

Miguel A. Cabodevilla (En la región del olvido: los que dormís sobre el agua).

Y llegamos al final de este recorrido, justo allí donde lo empecé, al inicio de la primavera que se anuncia, al final del invierno que me deja, en esos días en los que suenan los timbales de la fiesta que se acerca.

En estas fechas, la naturaleza también tiene su color, los árboles se visten de blanco y de rosa, los colores del tránsito, en un anuncio tímido de la explosión de colores que se avecina.

Todo es delicado, parece que pidieran permiso para llegar; de hecho, no se anuncian con gran estruendo ni llegan con el ruido ensordecedor y amenazante de una batalla, se limitan a abrir nuestros ojos, a disponerlos ante el nuevo ciclo que nos regala la naturaleza.

Lo que empezó hace un año, tímidamente, creció, se expandió, abarcó diferentes territorios y soportó diferentes temperaturas, para llegar al principio, sorteando un falso final.

¡Qué bonita manera de sostener la esperanza de la existencia de algo añadido, inaprensible pero lleno de esperanza.!

El misterio de la belleza y la belleza del misterio.

Pamplona, marzo de 2019

Isidoro Parra.