CARTA ABIERTA Nº 7 A KARMELO C. IRIBARREN


Buenas tardes, Karmelo.


Hoy quería hacerte llegar algunos comentarios acerca de tu poemario “Atravesando la noche”, escrito o publicado en 2009.


Después de haber leído otros libros tuyos, de poemas, y ante el título de éste, creía que me iba a encontrar un panorama de poemas de noches oscuras, solitarias, entregado a ciertos vapores, vencido, con las calles húmedas de la lluvia y los bares ya cerrados, pero no ha sido así.


No digo que no haya poemas con esta temática, pero también los hay llenos de luz y buenas noticias como, por ejemplo, el de “Pura vida”.


No es buen inicio el poema “Los viejos amigos”, aunque pueda ser común su contenido. La cabeza baja, la mirada al suelo y los ojos apagados, malos síntomas para ganarle la partida al día.


Disfrazarse y simular en la “Escuela de la vida” no nos hace alcanzar ese escapismo imposible de las huellas de la vida. Eso me temo.


Al leer “Lo que hay”, un par de veces o más, me parece que, hoy en día, poco son veinte euros para borrar todo el paso del tiempo, aunque, por otra parte, tampoco una noche da para tanto, creo.


Mientes un poco, Karmelo. Ya sé que puede ser un recurso literario resultón, pero el espejo no engaña. Te devuelve tu imagen a diario y es el mejor espacio para hacer un exhaustivo reconocimiento de ti mismo. Si te sirve para algo, todos nos engañamos. Una forma de hacerlo es evitar el espejo.


En pocos versos, en líneas cortas, has lanzado una sonrisa triste a ese amor que llamas viejo neón.


Me encanta el ritmo y las palabras con las que has llenado tu poema “La noche, quieta, avanza”. Además, no hay bares, ni mujeres esquivas, ni soledades lacerantes.


Bueno, Karmelo, hoy tocaba una carta breve.


Es curioso que no lo percibas. Me estoy refiriendo a la intensidad con la que estoy pensando en ti, imaginándote escribiendo un poema, pero tendré que concluir que esta distancia y esta falta de comunicación es una renuncia más a la que nos aboca la vida.


Hasta pronto, Karmelo.


Pamplona, octubre de 2021.

Isidoro Parra.


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