RINCÓN DE LECTURAS XIII. DIARIOS I.




DIARIOS, A RATOS PERDIDOS, 1 y 2, de Rafael Chirbes.


Me ha costado unos cuantos días leer estos diarios que han venido precedidos por tanta expectación y mirados como a un bicho raro en los escaparates de las librerías.


¿Por qué me planteo comprar un diario? A esta pregunta quería responderme a mí mismo cuando tomé la decisión e comprarlo. De unos años a esta parte, demasiado tarde quizá, he ido dejando atrás otras lecturas narrativas que podían ser buenas, pero que ahora siento como algo vacías, siempre repetidas. Al mismo tiempo, mi hambre lectora se dirige más a biografías, relatos de hechos reales, diarios, correspondencia, pensamiento, un variado popurrí que no sé dónde acabará.


Por tanto, la primera parte de la decisión venía impulsada por el hecho de que, precisamente, fuera un Diario.


A partir de ahí, cuáles eran el resto de razones, ¿el autor?, ¿su obra?, ¿su vida?.


Es cierto que había oído hablar bien del autor, especialmente por parte de críticos raritos, de esos por los que uno se deja guiar a veces y, en muchas de ellas, después se arrepiente, aunque más tarde uno vuelva a beber de sus fuentes.


Aunque sabía del autor, no había leído ninguna obra suya y tampoco sabía nada de su vida. Por lo tanto, he pensado que lo que me ha empujado a leer estos Diarios ha sido, tal vez, el sentirme deudor de Chirbes; como si el hecho de no haber leído ninguna de sus obras fuera un incumplimiento, una falta de consideración, una mala decisión, derivada del no saber tomar una decisión, de no anteponer una lectura más correcta a otra más cómoda.


En el fondo, era como decirle al autor; ya llego, espera un segundo, voy a conocerte un poco y luego leo tus obras.


Y así, página a página, capítulo a capítulo o, más bien, cuaderno a cuaderno, he ido recorriendo esos años que quedan recogidos en este tomo (hasta 2005).


No tiene dos partes, pero yo lo he vivido así, en dos etapas:


Una primera, en la que se han sucedido las referencias a su lugar de nacimiento, a su infancia, a su orfandad (pocas referencias a su padre en el libro, murió cuando Rafael tenía 4 años), a sus vivencias en los colegios de Ávila y León, con su madre apareciendo y desapareciendo entre los relatos.


A las pocas páginas de comenzar estos diarios, hace su aparición la sexualidad del autor, tratada como se trata a él mismo, de forma directa, descarnada, más allá de la sinceridad. Me ha extrañado verla tratada así. Posiblemente me ha impactado más porque no sabía de la homoxesualidad de Rafael.


A lo largo de los párrafos desfila una lista interminable de sus lecturas, aunque en esta parte, no las trata en profundidad, se limita a decir qué libro acaba de leer y, como mucho, su veredicto escueto sobre la obra. Se hecha de menos un análisis más profundo, especialmente porque Rafael tenía como oficio la crítica literaria. Lo que sí puede apreciarse es una desmedida afición por la lectura.


En muchos momentos, cuando habla de él, de la forma en que mira la vida y se siente tratado por ella, sus palabras respiran una angustia profunda, permanente, una insatisfacción y una rebeldía que da la impresión que le hace daño.


En la segunda parte, va calando más en cada una de las obras que cita como lectura de ese momento hasta hacer alguna crítica profunda de algunas de ellas. Especialmente dura es la que hace a “Cabo Trafalgar”, de Arturo Pérez Reverte, pero a lo largo de estas páginas se nos revela más el perfil de lector que tenía Rafael y descubrimos su conocimiento y gusto por los clásicos, especialmente los españoles, sin olvidar a Virgilio.



En esta parte, también hace relatos más personales y más extensos de sus viajes y las experiencias vividas en ellos, como su viaje por Alemania para hacer lecturas de su libros. En estos relatos, sus descripciones del paisaje van ganando en fuerza y acompañan a su vivencia en esos momento como te acompaña una camisa sobre tu cuerpo.


Habla también mucho de la página en blanco, de su oficio de escritor, de cómo nace una novela y cómo la construye, de sus dudas sobre sí mismo y de si será capaz de escribir una nueva novela.


Parece también que sus relatos personales, su mirada sobre sí mismo, aunque sigue angustiada, se ha relajado y se hace más personal, más íntima.


Un libro lleno de matices, sincero hasta donde puede serlo y suficiente para tener una visión de su autor, de sus motivaciones y de su vida.




Pamplona, abril de 2022.

Isidoro Parra.


Algunos enlaces a críticas sobre el libro.


https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwiwj8u13ZX3AhXQhv0HHdviA24QFnoECAgQAQ&url=https%3A%2F%2Fwww.elconfidencial.com%2Fcultura%2F2021-10-21%2Frafael-chirbes-diarios-postumos_3309608%2F&usg=AOvVaw0MySSF0CFLBZsEYky_FV5v


https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwiwj8u13ZX3AhXQhv0HHdviA24QFnoECAwQAQ&url=https%3A%2F%2Fwww.eldiario.es%2Fcomunitat-valenciana%2Frafael-chirbes-diarios-novelista-no-podia-escritor-marx_1_8548581.html&usg=AOvVaw2yOB5CBtofYxTjriy1qTUM


https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwiwj8u13ZX3AhXQhv0HHdviA24QFnoECAQQAQ&url=https%3A%2F%2Fwww.laopiniondemalaga.es%2Flibros%2F2021%2F10%2F24%2Fdiarios-chirbes-mirada-dura-sordina-58731505.html&usg=AOvVaw2Wpy3o57GYNfyJgXEeUk3i


https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwiwj8u13ZX3AhXQhv0HHdviA24QFnoECBoQAQ&url=https%3A%2F%2Fctxt.es%2Fes%2F20220101%2FCulturas%2F38245%2Frafael-chirbes-diarios-critica-cultural-jordi-gracia-perez-reverte.htm&usg=AOvVaw0jm9sU63TCwvB5QfHvPUgh


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