CARTA ABIERTA Nº 3 A LUIS GARCIA MONTERO.

Buenos días, Luís,

La mitad superior del paisaje que observo desde mi ventana es gris, con grandes masas horizontales de nubes grises, cargadas de agua que se resisten a darnos.

La mitad inferior es la vida insultándome, los árboles del parque cuajados de delicadas flores rosas y blancas, de profusas hojas verdes, todavía débiles, pero con fuerza.

La primavera llama a nuestra puerta un año más. Tenemos suerte.

Hoy quería hacerte algún comentario de tu poemario “Completamente viernes”.

Lo he vuelta a leer y lo he releído con el fin de encontrar el tema que caracteriza el libro. No me refiero al más importante, ni al que aparece en más páginas. Es el tema que más he señalado en tus poemas: el amor.

Como poema global, me quedo con “Resumen”. No es complicado ni rebuscado, pero es fácil hacerse con él, meterlo en nuestra mochila:

“No existe libertad que no conozca, 

ni humillación o miedo 

a los que no me haya doblegado.

Por eso sé de amor, 

por eso no medito el cuerpo que te doy, 

por eso cuido tanto las cosas que te digo.”

También hay palabras de súplica, de petición de ayuda, de ese lamento que tanto atrapa a todos los poetas:

“Porque el mundo es así, y vengo herido, 

ten paciencia conmigo”

Como un mantra, los poemas vuelven al amor. Parece que el libro está atravesado de amor, trayendo problemas o soluciones a tu geografía personal:

“Extrañado de amor, 

nunca puedo alejarme de todo lo que eres.

En un hueco de torpe existencia, 

me voy de mí 

camino de la nada.”

Como si no hubiera entradas y salidas al amor a lo largo de todo el libro, has titulado un poema “Amor”, en el que el lenguaje se hace dueño del espacio.

“Si el amor, como todo, es cuestión de palabras, 

acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma.”

También tus poemas, algunos, hablan de muerte y de otras muchas cosas, pero hoy, permíteme el placer, me quedo con el amor.

Gracias.

Pamplona, marzo de 2022.

Isidoro Parra.