UNA NATURALEZA

UNA NATURALEZA



La rama de laurel es, ante todo, 

donde los brillos se hacen fuertes 

en su juventud oscura.

Luego, poco a poco, teme 

ser rozada, pues el menor soplo agorero 

podría, como a leña menuda, 

quebrarla y saquearla. Así la encuentro 

ahora, sobre la mesa de pino 

en la cocina de campo. Plateadas, 

esas hojas, junto a un plato de loza 

con limones, recuerdan 

lo que hay de Roma en ellas todavía.

Se han secado y vuelto rígidas, 

en formas distintas y arbitrarias, 

como aquellos habitantes 

a quienes el Vesubio sorprendió 

en sus dormidas villas.



Poema de Andrés Trapiello

de su poemario “Junto al agua”


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