CAMÍ DE CAVALLS. ETAPA 0

CAMÍ DE CAVALLS, ABRIL DE 2023.

DÍA 0: 15.04.2023

Afronto este camino de forma diferente a otros que he recorrido en los últimos años.

Pienso, en silencio, en varios aspectos que van a diferenciarlo.

En primer lugar, no lo voy a hacer sólo. Me acompañarán Txelo y Santi y aunque la experiencia será más rica en compañías y conversaciones, seguro que habrá momentos en que extrañaré la soledad de caminos anteriores, esos momentos en que tu mirada, tu soledad y la del paisaje son lo único que te acompaña. 

De la misma forma, echaré en falta los momentos, después de cada etapa, en los que la organización del descanso, la escritura y las lecturas, acompañan a la reflexión y a la recuperación necesaria de fuerzas.

En todo caso, confío en que lo que añadiré a esta experiencia superará la pérdida de lo que he vivido en otras rutas y me faltará en este caso, aunque más que faltar será diferente.

Otro matiz que hará diferente este viaje es el hecho de que en otras experiencias yo decidía cuando comenzaba a andar, el ritmo de los pasos, las paradas, los finales de cada etapa y la organización del descanso. Ahora, habrá que consensuar y también renunciar, considerar que lo que dejemos no tendrá tanto significado de pérdida como de deseo de aunar voluntades, de construcción de compañías y cercanías.

En éste empeño, necesitaremos que Merche nos acerque cada día al punto de inicio de la etapa y nos vaya a recoger al final de la jornada. Este atractivo recorrido carece de infraestructura para poder pernoctar o avituallarse o comer al llegar al destino. Eso hace también que la preparación previa de indumentaria, materiales, comida, organización de rutas, etc., sea más simple. 

Tal vez por todo ello, la sensación de estar metido en la ruta no tiene la misma intensidad que en otros preparativos, no ha sido necesario pensar tanto, planificar, reservar, calcular. Ahora bien, estoy seguro de que mañana todo se acelerará.

Los otros caminos tenían un inicio concreto y un final que tenía su propio significado (Santiago de Compostela, Asís, Roma) y cada día el camino se iniciaba en el punto en que lo habías dejado el día anterior. Aquí, los inicios no coinciden con los finales del día previo y algunos de ellos acaban un par de kilómetros antes de llegar al lugar que te imaginas al leer el final que indica en la guía, generalmente conocido y atractivo, que anuncia cada etapa. Sé que muchos días acabaremos en un parking, próximo al anuncio del final del recorrido.

Por el contrario, estoy seguro de que la profundidad de sentimientos que compartiremos, la belleza del mar y la singularidad de la naturaleza van a compensarme y van a hacerme entender los por qué de las diferencias y la sorpresa de las ventajas.

Creo que ahora se puede entender que hay momentos en que ando buscando en mi mente el sentido de este camino, que no es un peregrinaje, esta claro, es un recorrido por una naturaleza que deberá suplir o modificar lo que he venido encontrando en otros caminos.

Quería haberme preparado con algo más de profundidad en lo que a historia del camino o la fauna y la flora de estas tierras requerían de esta experiencia, pero lo cierto es que ese tipo de preparativos no me animan ni en este viaje ni en otros. Siempre prefiero dejar más hueco al descubrimiento, a la mirada, a lo que me traerá la luz de cada día, prefiriendo el encuentro a la búsqueda, la sorpresa a la certidumbre, el hallazgo al reconocimiento.

Este es un camino muy deseado desde hace mucho tiempo y hasta ahora ha sido imposible de acometer. Las agendas de Santi y Merche o las nuestras, el hecho de haber fijado como objetivo el hacerlo en primavera, la pandemia, todo ha contribuido a que el inicio de este camino se fuera posponiendo de un año a otro, con frustración cuando se cancelaba pero con la esperanza siempre renovada de que en un momento posterior sería una realidad.

Siento que no viviré la sensación del peregrinaje. Mis experiencias anteriores, aunque me faltase el impulso del objetivo religioso, eran el propósito de alcanzar un destino, recorrer el mismo sendero de otras historias que si lo habían sido.

En todo caso, me acompañarán las leyendas que atravesaron estas tierras, la naturaleza, el esfuerzo físico y la celebración diaria.

Quiero pedir disculpas anticipadas por mi intento, en alguno de los siguientes capítulos, de nombrar las diferentes plantas que la rica flora de la isla nos ofrece. Nunca he sido experto en ello, pero me ha parecido que era obligado hacerles un hueco en mi relato.

Con todo ello, siento ese deseo de narrar que me acompaña en cada experiencia de mi caminar, esa necesidad de verificar el sentido de cada vivencia.

Hoy es el día previo y el acercamiento en avión me ha hecho mentalizarme para este viaje. Sé que los afectos que nos esperan en la isla son fuertes y todos los que nos aguardan desean tanto como nosotros que este viaje se llevara a cabo.

Llegamos a Na Macaret, un pequeño enclave ya conocido y muy querido para nosotros. Esta imagen nos recibe y nos acoge, nos despedirá cada mañana y nos recibirá cada tarde a nuestro regreso de cada etapa. Esta imagen forma ya parte de mis recuerdos familiares, personales y permanentes. 

Menorca, abril de 2023.