DEFENSA PROPIA
DEFENSA PROPIA
Muy pocos libros me deslumbran,
y queda poca música que pueda consolarme.
Son las ratas del tiempo. Nada dejan.
Me esfuerzo para mantener el brillo
del oro humilde que conservo aún.
Por esto hablo con los que no están,
lo hago sonriendo y no voy nunca
a ese lugar donde la muerte
lo es de oficio y las flores son más feas.
En saber estar triste hay energía.
La última en perderse. Más allá
quedan muy pocos libros, poca música
capaces de aguantar un entusiasmo
que es el del animal y la pobreza.
Poema de Joan Margarit,
de su poemario “Amar es dónde”.
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