LLUVIA DE AGOSTO, DESPUÉS DE SEGAR EL HENO
LLUVIA DE AGOSTO, DESPUÉS DE SEGAR EL HENO
Cae la lluvia lentamente sobre los árboles secos
y sobre la hierba decapitada.
El heno colma el establo; en elhcampo
sólo quedan el rastrillo
y un carro vacío. En la zanja
las varas de oro se inclinan hacia la tierra.
La casa está oscura incluso al mediodía.
En mi habitación, bajo los aleros,
oigo la constante benevolencia
del agua lavando el polvo,
que levantó la siega,
depositado en el porche, en el coche y en las sillas
del jardín. Estamos desnudos
y purificados, como si nos hubiesen tonsurado.
La hierba recibe la lluvia
y se prepara para crecer de nuevo,
pero mi alma confusa tiene sed
de algo que no sabe cómo llamarlo.
Poema de Jane Kenyon,
de su poemario “Poemas de la laguna”.
Comentarios
Publicar un comentario