LA ESPERA

LA ESPERA


La tristeza terminal y la espera, la 

Interminable espera de nada

Philip Roth


Al padre le han extraído la laringe.

Ahora su lengua es un músculo triste 

que a veces da patéticas batallas.

La madre está bastante bien, dicen los hijos.

Ha perdido 

un tanto la memoria -es natural- 

y ya no hay mucha fuerza en sus manos artríticas.

Pero para sus años. Si, algo de malhumor. Y el padre, 

es cierto, se deprime.

Y nosotros, dice la hija mayor. Qué más podemos 

Hacer. Eso es la vida.

Amanece. Anochece.

Padre y madre se mueven con cierto sigilo.

En su mirada hay esa voz temblona 

de los que esperanzadamente esperan.



Poema de Piedad Bonnett

de su poemario “Las herencias”. 

Comentarios

  1. Hay una espera expectante;
    y una espera que permanece quieta,
    una cree que el tiempo le precede ahí delante;
    y otra, al dubitativo observador, mira y observa.
    Su amigo el tiempo, las mira y se distrae,
    jugando con las dudas; y borrando las certezas,
    que no estaban escritas con la tinta de la sangre,
    de un corazón que une la bondad y la belleza.

    Saludos Isidoro.

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  2. Hola Iñaki, hoy no solamente te doy las gracias por tu comentario. Sobre todo, te agradezco tu poema. Hoy invito a todos los que lean este comentario a que entren en tu blog: "al abrigo de las jaras", en el que encontraran buena poesía. En la espera siempre hay dos cosas que me gustan: el silencio y la esperanza. Además, en la espera siempre habrá un hueco para vernos.
    Gracias por este regalo, Iñaki.
    Isidoro

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