NADA QUE TEMER
NADA QUE TEMER
Al igual que se nace sin saberlo
Habría que morir sin darse cuenta.
O poder, ya que ocurre sin remedio,
Paliar el modo en el que al fin suceda.
Porque estar muerto a mí no me da miedo.
Me da miedo morir de tal manera
Que, o bien no pueda ser consciente de ello,
O bien el dolor sea esa conciencia.
Quiero decir que el hecho de estar muerto
No me provoca angustia ni me aterra,
Porque la muerte ne sí me es algo ajeno,
Un nunca más allá de la experiencia.
Pero cono el morir es mío, quiero
De mano amiga la delicadeza
-Que también pueda serles de consuelo
A quienes me acompañen en la espera,
Y sin que tenga que sufrir su gesto
Persecución atávica y condena-
Que me ahorre dolor y sufrimiento
Cuando la nada en nada me convierta.
Poema de Francisco Castaño,
de su poemario “Sustento de otra música”.
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