SANTUARIO
SANTUARIO
CUARTOS donde la vida nos pareció posible,
días
con la única urgencia
de encender una estufa
y preparar café
y dejar que el invierno vaya uniendo
imperceptiblemente las cosas
y quedarse en silencio
como queriendo retroceder.
Poema de Fernando Luís Chivite,
de su poemario “La inmovilidad del perseguido”.
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