RINCÓN DE LECTURAS. EL BUEN LUGAR.
EL BUEN LUGAR, de Basilio Sánchez.
Conocía a Basilio Sánchez a través de sus poemas, lo que suele significar que, para mí, Basilio era y es un poeta. No era fácil imaginarlo, por ejemplo, como escritor de prosa.
Tras leer este libro que he devorado como lo que es, un gran libro, tengo que afirmar que este médico extremeño es un gran poeta, un gran pensador de la poesía, un hombre que vive alrededor de y con la poesía, pero también pensaré que su prosa es densa, bella, clara y poética.
Tiene una densidad que, a mí al menos, no me ha impedido devorar el libro, tener que dejarlo y estar deseando volver a abrirlo entre mis manos.
Es un libro especial en el que desfilan otros escritores, algunos poetas y otros no, como Rilke, Char, Esquirol, Chirino, Zagajewski, Mary Oliver, José Jiménez Lozano, Bobin, Porchia, Karen Armstrong y un largo reguero de belleza y sabiduría.
Es un libro que no gustará a los que no amen o sepan apreciar el valor de la poesía, pero tampoco el de la belleza o el de formación del ser, el de los objetos que nos rodean, el valor de la humildad o la compañía, la verdad y la mentira, el de la dirección y la profundidad de la mirada, el del valor de la infancia y su permanencia, el del lenguaje y la oralidad.
El que se asome a este texto, encontrará muchas definiciones o explicaciones de lo que es o puede ser la poesía y el poema, pero ninguna de ellas se quedará sin su explicación. La visión que el autor tiene de su oficio, el de médico y el de poeta, resultará al lector cercana y comprensible, le dejará con el hambre de abrir el primer libro de poesía que tenga a mano y sumergirse en cada palabra, en el lenguaje de lo incompleto, de lo inacabado, en la fuente para desarrollar su imaginación, para -tal como dice el autor- sentirse acompañado.
Al lado de la poesía, cerca de ella, el autor desarrolla un pensamiento de vida profundo y, a la vez, sencillo.
En sus páginas, encontrarás pensamientos como estos:
“Eso es para mí lo sagrado, esa esencia inmortal que vive con nosotros y que nos impulsa más allá de nuestra naturaleza.”
“Aunque hay sitio para todos en esta plaza pública, el misterio rehuye las aglomeraciones, nos cita de uno en uno. La escritura recibe con respeto al que va solitario.”
“Me empeño en lo menudo porque lo desmedido apenas necesita que lo atiendan.”
“La poesía, como el mundo, siempre encierra en sí misma una promesa. No hay región más extensa que la de la esperanza.”
Hay mucho contenido para pensar en uno mismo y en lo que uno quiere hacer con su vida.
Pamplona, julio de 2025
Isidoro Parra
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