SALMO DE LA LLUVIA
SALMO DE LA LLUVIA
Hay momentos en la vida cotidiana
cercanos al milagro.
Hoy he salido al jardín a ver cómo llovía.
Furiosa la tormenta
aliviaba en tejados y en los árboles
su lujuria de hemorragia
transparente.
Como si un edicto milenario me invitara
a participar de aquella ofrenda,
he renunciado al refugio
y me he situado aturdida y jubilosa
en medio de aquel cosmos.
llovía en mi regazo y en mi rostro
y mi piel bajo
el ímpetu del agua
semejaba disolverse.
No sé si mis ojos compartían
las gotas de la lluvia
o eran las propias,
pero he sentido que todo estaba
bien en ese instante,
que el cielo sobre el mundo descargaba
su derretida claridad
y su bautismo.
Y yo también he regresado de su humedad
más redimida.
En el crisma desatado de este invierno
he comprendido carnalmente la armonía.
Poema de Asunción Escribano,
de su poemario “Salmos de la lluvia”.
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