VI
VI(*)
Sobre la tierra desconocida a la que desciende el bello cuerpo
del combatiente ceñido de cuero o la amorosa muerta desnuda,
no pintaré sino un árbol que retenga en su follaje
el murmullo dorado de una luz pasajera…
Nadie puede separar fuego y ceniza, risa y polvo,
nadie habría reconocido la belleza sin su lecho de estertores,
la paz tan sólo reina sobre el osario y sobre las piedras,
el pobre, haga lo que haga, está siempre entre dos ráfagas.
Poema de Philippe Jaccottet,
de su libro “El ignorante”.
(*) Sexto poema del capítulo ”El libro de los muertos”
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