COMO BUENOS AMIGOS

 COMO BUENOS AMIGOS


HABLEMOS

de mi cuerpo, 

animal inocente que despierta 

encogido de frío entre las sábanas.

Lo trato mal, le instigo 

a horrendas vejaciones, a suplicios 

sin fin

-como el de andar de noche por las calles 

o convivir conmigo todo el año- 

aunque a veces 

lo cuido como a un niño 

y le entrego mi amor y caramelos

-golosina sutil la de mis manos-

Le quiero.

Juntos descubrimos 

los secretos placeres de otros cuerpos 

degustados despacio en la penumbra 

y constatamos juntos -yo muy triste- 

que él disfruta más -¡el muy canalla!-.


Le he dado de comer y lo he vestido, 

lo he atado a las costumbre y al decoro, 

y sin embargo a veces me traiciona 

y se arrastra, de noche, hacia otros muslos.

Yo me dejo llevar, no opongo empeño. 

El se siente feliz. Gozamos juntos.



Poema de JOSE ANTONIO BLANCO,

de su poemario DERMATOLOGICAS.

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