VERANO XXII. Paraíso.


Lo bello ¿acoge o rechaza?

¿Propone un amanecer

para todo? ¿O es huida

de uno mismo, como el viento?.”

José Mateos (La música – Poemas de un libro inédito)



Cerca de mi casa de Amillano, se encuentra enclavado, entre barrancos y laderas pobladas de hayas, uno de los parajes más bellos de Navarra.


Es un área cuyo eje principal es el curso del río Urederra (agua hermosa, en euskera).


El curso del río discurre entre rocas, cascadas y remansos en los que el suelo del fondo y la frescura del agua, crean imágenes verdes o de un azul intenso pocas veces visto en otros lugares.


Las hayas que se acercan hasta la orilla del río, tienden sus raíces hacia el agua para formar armonías nunca pensadas y protegen el agua con su sombra para mantener el frescor que le da su corto recorrido.

En algunas partes del curso del río, se forman cascadas más o menos bruscas o más o menos dulces, y en otras partes el agua se remansa formando pequeñas playas para quedarse a meditar, a leer o solamente a contemplar la belleza de estas aguas, sus brillos, los peces que las recorren, el silencio que las rodean.


Me gusta recorrer su curso varias veces al año, en diferentes temporadas; en primavera, desbordada de agua y con las hojas verde suave de las hayas que están saliendo a la luz; en verano, donde todo está más calmado y la sombra es la amiga más deseada; en otoño, cuando el profuso colorido de las hayas ponen un techo multicolor sobre el agua y también en invierno, cuando te enfrentas con el curso del río, desnudo de otros elementos.


Hoy, he salido a primera hora para intentar hacer el recorrido en solitario y he podido disfrutar de un silencio especial, más profundo y más sonoro, un silencio que me ha comunicado lo que calla, que me ha reconciliado con la vida y con los que me rodean.


Silencio y paz, belleza a raudales y promesa de permanencia, de fidelidad. 


Amillano, septiembre de 2018.

Isidoro Parra.



Comentarios

  1. La huida de uno mismo,
    nunca puede ser hacia lo bello,
    ni tampoco hacia lo feo.
    Pues ambos son caminos,
    cuyos pasos nacen dentro;
    y sólo los separa la mirada,
    que anhela el encuentro,
    con un horizonte de luz,
    o un horizonte sin cielo.

    Un saludo Isidoro.

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    Respuestas
    1. Iñaki, muchas gracias. Algo más de un saludo te mereces tú. Me ha encantado tu poema.
      Vamos a ver si nos vemos pronto y charlamos.
      Entre tanto, pon aquí la dirección de tu blog. He borrado los WhatsApp y la he perdido.
      Abrazos.
      Isidoro.

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  2. Gracias Isidoro: me agrada que te guste; sobre todo poque a veces las palabras brotan, como respuesta a otras que nos llegan adentro.
    Después de tanto tiempo sin reunirnos apenas, la semana pasada me pilló fuera de Navarra, la reunión de voluntarios.
    Esperemos que empecemos a normalizarlas; o podáis venir a conocer estos rincones.
    Te dejo aquí la dirección de mi blog, (aunque lo tengo un poco abandonado)
    https://izaratie.blogspot.com/
    Abrazos.

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